Naturaleza
AREAS PROTEGIDAS | FLORA Y FAUNA
La avifauna se encuentra especies relevantes desde el punto de vista científico, biológico, estético y genético; presentes en 52 especies que se clasifican como residentes locales, de ellas 17 se reportan como endémicas.
De ellas tenemos la cotorra, codorniz, rabiche, zorzal, torcaza, guineo, yaguasa, faisán, zunzún, pitirre, sinsonte, cao, falcón, sabanero, garza, coco, judío, chambergo, toco-loro, búho, lechuza, cernícalo, gorrión, cariada, toti, crequeté, frailecillo, totí, carpintero real, chinchila, orejó, gavilán, cotunto, sevilla, tiñosa, arriero, tojosa, mayito, etc.
Encontramos una rica fauna de reptiles (20 especies) con seis subespecies endémicas; Entre ellas las iguanas y cocodrilos. También están el venado, jutia conga y carabalí, chipojo, jugo, majá, jicotea, etc.
Aves de Isla de Pinos
Isla de Pinos o Isla de la Juventud posee una multitud de especies muy variadas de aves asociadas al grupo de las carenadas o aves de vuelo, que pueblan los bosques, ciénagas, arboledas, sabanas, costas y cayos de la Isla.
En los últimos años se han realizado importantes progresos en el desarrollo e institucionalización de las áreas protegidas de Cuba, que proporcionan un marco para los importantes esfuerzos de investigación, conservación, educación y sensibilización. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las áreas protegidas todavía se enfrentan a múltiples amenazas como la destrucción y degradación de hábitats de fenómenos naturales, la cacería, especies exóticas invasoras, la contaminación y el comercio ilegal de especies.
Las poblaciones de aves residentes y migratorias conforman grupos importantes dentro de los diferentes ecosistemas de todas las regiones del mundo, esto se debe a las notables funciones que realizan dentro de las mismas como: controladores biológicos, diseminadores de semillas, polinizadores, y como parte del equilibrio ecológico y del ciclo biológico. Además constituyen recursos económicos de gran valor para el hombre por la alimentación, la agricultura y el turismo.
Mucho se ha escrito sobre la importancia de las colecciones de aves. La realizada por el sabio naturalista alemán Johann Gundlach (1810-1896) en 1844 contemplaba 587 ejemplares, todas colectadas en Cuba. Aportó a la ornitología cubana importantes descubrimientos y estudios sobre diferentes especies. El libro, «Las Aves de Cuba» escrito por el naturalista y profesor gallego Juan Lembeye en 1850, contribuyó a un estudio más profundo de la ornitológica cubana.
Cuba posee un centro nacional para producción de animales de laboratorios, donde incluyen en su programa la cría artificial de aves endémicas y otras especies amenazadas. Se efectúan festivales de aves endémicas y migratorias con conferencias especializadas, muestras de fotos, videos debates que posibilitan intercambios de experiencias entre los amantes a las aves. El país posee una buena cantidad de textos sobre las aves en el país, muy pocos actualizados por la falta de estudios ornitológicos en muchas zonas del país que aún son insuficientes para un mejor conocimiento del estado actual. Cabe destacar los textos de Aves Cubanas; editado en 2002 por el Doctor en Ciencias Biológicas en las especialidades de Ornitología y Conservación de Fauna de Hiram González Alonso; y el de Abel Hernández Muñoz editado en 2014 para estudiantes de Ingeniería Forestal.
Hay que considerar que Cuba y la Isla de Pinos(Isla de la Juventud) no solo son importantes como epicentros de aves endémicas. Su situación geográfica, sus bosques, matorrales y ciénagas le dan un valor estratégico para el paso o invernada de aves migratorias procedentes de América del Norte.
Si la Ciénaga de Zapata está considerada como la de mayor representatividad del endemismo de aves con 18 de las 28 especies endémicas y muy próxima a Isla de Pinos, es ésta la que se gana el galardón con relación a la extensión territorial; y que además su aislamiento de Cuba propicia un mayor endemismo; que por sí, el hecho de ser isla la hace tener una mayor exclusividad debido a las barreras naturales que dificultan de alguna forma la entrada o salida del territorio.
En Cuba se contabilizan 149 especies de aves que nidifican, y se eleva hasta 363 si incluimos las migratorias u ocasionales. De las especies reproductoras, 28 son endémicas y 7 de ellas a nivel genérico; correspondiendo 6 de estás a Isla de Pinos, como: el cabrerito de la ciénaga, el pechero o bijirita del pinar, ferminia o el aparecido de la ciénaga, el carpintero verde, la paloma perdiz y el sijú platanero.
La Isla cuenta con 18 especies endémicas que anidan allí, tales como: carpintero verde; cartacuba; catey o periquito cubano; chillina; cotorra, gavilán batista; gavilán caguarero; gavilán colilargo; gallinuela de Santo Tomás; Juan Chiví; mayito de la ciénaga; sijú platanero o sijucito; solibio; tocororo; tomeguín del pinar; totí; paloma perdiz y zunzuncito o pájaro mosca o trovador, Son numerosas las distintas especies de aves en la Isla, que por su pequeña extensión territorial, la mayoría de ellas no podemos ubicarlas en un lugar determinado, pues hay otras que se las ven en lugares precisos.
En total se reporta 74 especies de aves residentes en Isla de Pinos o Isla de la Juventud, como: arriero, aura tiñosa, bijirita común, bobito chico, bobito grande, cabrero, canario de manglar, cao montero, caraira, carpintero jabao, cartacuba o pedorrera, cayama, cernícalo, chambergo, chichinguaco, coco blanco, codorniz, corúa del mar, flamenco, frailecillo, gavilán del monte, garza azul, garzón blanco, gorrión, grulla cubana, guanaro, guineo,halcón negro, judío, lechuza campestre, murciélagos frugívoros, paloma torcaza cabeciblanca, paloma doméstica, paloma rabiche, paloma aliblanca, paloma torcaza, paloma tojosa, paloma camao o boyera, pitirre guatíbere, pitirre real, pitirre tropical, querequeté, sabanero, sevilla, sijú cotunto o cuco, sinsonte, rabihorcado, tomeguín de la tierra, tórtola de collar, vencejito de palma, yaguaza pico negro, yaguasín, zorzal real, zunzún. Se consideran subespecies exclusivas del territorio: el arriero, carpintero jabado, carpintero verde y el pitirre guatíbere.
Aves migratorias: aguaita caimán, azulejo, bien te veo, bijirita común, bijirita coronada, bijirita de Nashville, bijirita de palma, bijirita del pinar, bijirita garganta amarilla, bijirita gusanera, bibijirita peregrina, bijiritra trepadora, bobito del bosque, búho de sabana, cachiporra, caga leche o aguaita caimán, candelita, carpintero de paso, cardenal, coco blanco, coco prieto, corúa de agua dulce, falcón, flamenco, frailecillo de sabana, frailecillo semipalmeado, frailecillo silbador, gallareta de pico blanco, galleguito, gallinuela de manglar, gallinuela oscura, gallito de río, garcita bueyera, garcita blanca, garcilote, garza azul, garza ganadera, garza real, garza rojiza, garza vientre blanco, garzón blanco, gaviota monja, gaviota real grande, gaviotica, golondrina azul, guanabá de la Florida, guanabá real, guincho, guanabá, guareao,martín pescador, mariposa galana, negrito, parúla americana, pato de la Florida, pato serrano, pelícano, pitirre abjero, pluvial cabezón, primavera, revuelvepiedras, señorita de manglar, títere playero, vaquero, vireo de ojo blanco, yaguaza pico rojo,zarapico becasina, zarapico blanco, zarapico manchado, zarapico pati amarillo chico, zarapico pati amarillo grande, zarapico real, zarapiquito, zorzal gato.
Existe 96.216 hectárea de extensión en el territorio para la conservación de las aves que son zonas totalmente protegidas, como son la de Sábana Blanca en Los Indios que enlaza el subdistrito de Pinares por el biocorredor del subdistrito de Sabana Grande donde pertenece la zona de Santa Bárbara o La Demajagüa, y todo el sur de la Isla, incluyendo la Reserva Ecológica Ciénaga de Lanier, Parque Nacional Punta Francés, Reserva Ecológica Punta del Este y el Elemento Natural Destacado Pinar Calizo, todos considerado Sitio RAMSAR desde el año 2002, y que forman parte de la red para la Conservación de las Aves (IBAS).
Desde mi niñez, siempre valoré y admiré la observación de las aves y escuchar sus cantos en su plena libertad. Difundir la observación de aves como una actividad recreativaes contribuir a la conservación de la naturaleza. Es un tesoro natural oculto, que está a la vista de todo; es muy apreciado el hermoso privilegio de contemplar la vida de la avifauna pinera, así como el de crear la conciencia social sobre la necesidad de protegerla. Por esto, valoro el esfuerzo que se hace en Isla de Pino y en general en todo el país, para proteger los hábitats que hacen sobrevivir la inmensa riqueza de flora y fauna del territorio, antes el inminente y alto riesgo de extinción que estas presentan para su comercialización y por las múltiples negligencias de personas que cometen ilegalidades en el sector forestal y el de los fenómenos naturales y ocasionales.
Uno de los objetivos, era realizar como hobby un inventario de aves que nunca pude cumplimentar y comprobar la existencia de ellas mediante la observación in situ. Los resultados siempre discreparon de la información oficial de la existencia de aves en la Isla, debido a que muchas no se le consideran que existan allí, y si en otros lugares, como el de la Ciénaga de Zapata. Muchas aves residentes están micro localizadas, la dispersión de sus poblaciones las hacen, en algunas especies reducidas que habitan en unas pocas hectáreas. En mi modesta apreciación, la justificación se debe a la proximidad de ambos lugares.
Otros objetivos eran, observar sus comportamientos, alimentación, plumaje,cortejo, nidificación, reproducción y ciclo de desarrollo, en los que obtuve muy pocos datos por la escasez de recursos de lo que disponía. No obstante, hay algunos textos limitados que reflejan algunas especies muy particulares.
Se requiere, efectuar inventarios de aves residentes y migratorias para su actualización por las autoridades competentes. Además, de una observación constante, debido a los diferentes fenómenos naturales y ocasionales,que azotan a la Isla y destruyen sus hábitats. Las hacen muy vulnerables para subsistir; pero a su vez, hace crear y multiplicar una gran diversidad, ayudado por los sucesivos eventos climatológicos: ciclones, vientos y corrientes marinas; que las atraen a este territorio, que las hacen convivir con otras poblaciones.
He podido reflejar, un inventario de aves procedentes de la conciliación de varios textos, más los trabajos realizados durante años en mis incursiones por iniciativa propia por todo el territorio pinero; unas veces solos y otras en compañía de amigos campesinos que vivían y viven allí: La Ciénaga de Lanier, Los Indios, El Abra, Ciro Redondo, Minas de Oro, Santa Bárbara, La Victoria, Argelia, San Pedro, Maniadero, La Sigüanea, sierra la Cañada, La Ceiba, Jungla Jones, La Cunagüa, Columbia, Júcaro, Cayo Piedra, La Reforma, Julio Antonio Mella, San Juan, Santa Isabel, San Francisco, Santa Ana, Mc Kinley, Costa Sur, y las distintas sierras del norte guardan más aves de las que reflejo en este trabajo.
Resulta de gran importancia su conservación, sin importar su costo. Es imprescindible que se haga cumplirlas normas de las áreas protegidas, que establece la Ley 81, de 11 de julio de 1997 del Medio Ambienteque establece las bases que guían la política ambiental; la creación de nuevas áreas, si el caso lo requiere, para la formación de un sistema integral para alcanzar este objetivo. Estos ecosistemas se destacan por su riqueza, productividad y las elevadas concentraciones de aves, fundamentalmente acuáticas, migratorias y residentes.
Es un tesoro que bien debe valorarse para el disfrute de la sociedad actual y futura.