RÍOS Y ARROYOS

 

La Isla, a pesar de su poca extensión territorial, existen numerosas corrientes fluviales de ríos y arroyos, que atraviesan la isla en todas direcciones. Algunos ríos tienen un caudal permanente, son los menos; la mayoría son de curso breve y poca profundidad y no siempre llevan agua; pero que en época de lluvia fluyen  con una gran avalancha de corrientes superficiales por su sistema orográfico y a la impermeabilización de su suelo; provocando almacenamiento de agua subterránea, que se puede acceder a través de pozos con perforaciones de poca profundidad.

 

De estos ríos, solo cuatro son navegables: Las Casas, Las Nuevas, Santa Fe y San Pedro. El de mayor longitud y más caudaloso, es el de Las Nuevas.

 

Los ríos San Pedro, y La Jagüa vierten sus aguas en la Ciénaga de Lanier; y otros están represados.

 

 

Al norte se encuentran:

 

  • Río Las Casas

 

Tiene una longitud de 16,68 km. Nace en la antigua hacienda Santa Rosalía, llanura ondulada de unos 20 metros de altura sobre el nivel del mar. Muy próximo a la carretera  El Enlace y a la antigua I.P.U.E.C. Vietnam Heroico se forma el embalse Casas Dos.

 

Se desliza al nordeste hasta la desembocadura del arroyo Las Animas, y luego corre directamente al norte, dividiendo la ciudad de Nueva Gerona en dos partes.

 

Presenta 14 afluentes, 10 en la margen derecha y 4 en la margen izquierda. Los principales son: el arroyo Ocuje (represado) y el arroyo Asiento Viejo (presa El Abra). Recibe aguas de los arroyos Las Ánimas, Brazo Fuerte, Las Mercedes y otros menores.

 

Tiene poca pendiente, por lo que penetra las aguas marinas cuando sube la marea, hasta próximo al arroyo Las Animas. Es navegable durante 6 km antes de su desembocadura, que presenta un área cenagosa y un islote artificial producto del arrastre de residuos de naturaleza orgánica que arrojan diferentes industrias asentadas en sus márgenes, que hacen crear focos contaminantes.

 

Es el río más importante de la Isla; pues está vinculado a diferentes actividades, en sus márgenes se encuentran: puertos de transporte de viajeros, mercancía, deportivo, pesca, astillero para pequeñas embarcaciones pesqueras, así como otras actividades industriales.

 

  • Río Las Nuevas

 

Tiene una longitud de 28 km. Nace en la llanura noroeste de la Isla, a 30 metros de altitud, de los cerros La Natividad y San José; posee los siguientes afluentes: los ríos Del Medio, Las Piedras, Cisterna, Callejón y los arroyos Jatillo, Luis y Castañeda y otros menores. Desemboca en Punta de Terry,  desde ahí es navegable hasta muy próximo a la unión con el  río Del Medio. Ambos ríos están represados, formando el mayor embalse de la Isla.

 

 

  • Río Del Medio

 

Nace próximo al sudeste de la zona de Santa Teresa, siguiendo su curso al nordeste, desemboca en el río Las Nuevas.

 

 

  • Río Las Piedras

 

Nace del cerro La Cunagüa, fluyendo en dirección norte hasta cerca de la hacienda de San Francisco de Piedras. Continúa su curso al nordeste y luego tuerce al norte hasta la desembocadura del río Callejón, que uniendo sus aguas desembocan en el río Las Nuevas.

 

 

  • Río Callejón

 

Nace de la sierra de San José; continúa su curso hacia al nordeste, desembocando en el río Las Piedras.

 

 

Al este se encuentran:

 

  • Río Santa Fé

 

Se origina en la loma del Caimán, al norte del cerro La Daguilla; corre hacia el noroeste, pasando a media legua al oeste de la ciudad de Santa Fe. Hasta este recorrido desaguan en él varios arroyos, como el de Frijoles que nace en los cerros del Ají, el arroyo Azul, el del Caimán y el de Juan Teodoro.

 

Continúa su curso hacía el norte, aumenta su caudal con las aguas del río Los Almácigos, que nace en el cerro Mal País, y de los arroyos de Las Vinajeras, Ocuje y Aguardiente, para después continuar donde se le une el río Mal País (guarida del pirata Pepe El Mallorquín) y el río Júcaro, fluyendo al nordeste hasta su desembocadura al sur de la Punta de Fuera. Es navegable para embarcaciones pequeñas.

 

 

  • Río Guayabo

 

Se forma de los derrames de la laguna Caimán, y de algunas cañadas que nacen en las sabanas. Corre al norte y luego se desvía al nordeste desembocando en la ciénaga de Guayabo.

 

 

Al sur se encuentran:

 

  • Río San Pedro

 

Nace en los cerros de San Pedro, corre al sudeste por toda la hacienda de San Pedro, y de allí al sur, hasta la ciénaga donde vierte sus aguas en dos desembocaduras al sudeste del cerro de Maniaderos. Sus riveras cercanas a la desembocadura están arraigadas de una densa vegetación de manglar que alberga una rica fauna y flora y es navegable hasta esta latitud. Fue a inicio del siglo XX puerto de exportación para los productos de los colonos norteamericanos, y desde donde llegaba el ferrocarril que se desplazaba en toda la zona de San Pedro, transportando las producciones agrícolas recogidas, que iban destino al sur de los Estados Unidos.

  • Río La Sigüanea

 

Nace al sudoeste de la sierra La Cañada, sigue este curso y luego en dirección sur, pasando entre los cerros de la Sigüanea y Maniaderos hasta la ciénaga occidental, formando varios esteros y lagunatos.

 

 

  • Arroyo Las Tunas

 

Nace entre los cerros de San Pedro y los del Monte, se dirige al sur formando el embalse Las Tunas, continuando esta dirección pasa cerca de la Granja Libertad. Durante todo este recorrido sus aguas sirven para regar las tierras de toda esta zona de San Pedro, para desembocar después en la ciénaga occidental.

 

 

 

  • Arroyo Grande

 

Nace de los cerros del Monte, corre al sur y desemboca en la ciénaga occidental.

 

 

  • Río La Jagüa

 

Nace a los pies del cerro La Cunagüa, corre entre el cerro del Monte y el de San Pedro, continua al oeste del cerro la Ceiba, corre hacia el sur por la hacienda La Jagüa y continua su curso al sudeste, pasando al oeste el caserío Julio Antonio Mella y desembocando en la ciénaga oriental de Lanier.

 

 

  • Arroyo Santiago

 

Nace entre los cerros del Ají, corre al sudeste hasta al pie del cerro la Daguilla, continua su curso al sur para desembocar en la ciénaga oriental.

 

 

 

Al oeste se encuentran:

 

  • Arroyo Guayabo

 

Nace al norte de cerro Cristal, muy próximo al embalse Del Medio Las Nuevas, al sur de batey Nuevo, se dirige al noroeste con dirección al norte de los esteros del Pino.

 

 

  • Río Pino o San José

 

Nace muy próximo al noroeste de la sierra de San José, sigue esta trayectoria y desemboca por los esteros del Pino.

 

 

  • Río Soldado

 

Nace muy próximo al sudoeste de la sierra de San José, pasa al norte del batey de La Mina de Oro, discurre al oeste por toda la llanura y desemboca por los esteros del Soldado, al sur de la punta de Buenavista.

 

 

  • Río La Majagüa

 

Nace entre los cerros de San José, al oeste del poblado de La Melvis, se dirige hacia el sudoeste, recibiendo las aguas de un arroyo que se encuentra represado en el embalse Cristal y desemboca por la ensenada de La Majagüa.

 

 

  • Río Los Indios

 

Nace al nordeste de la sierra de La Cañada, próximo a Sao del Indio; se represa en el embalse Los Indios; sigue su curso al oeste pasando por los lagunatos próximos a la costa cenagosa y desemboca muy próximo a la punta de Los Indios.

 

 

  • Arroyo Itabo

 

Nace en la sabana, al sudoeste del extremo sur de la Cañada y al nordeste del poblado La Victoria, luego se dirige al sudoeste y desemboca al norte del hotel El Colony.

EMBALSES O PRESAS

 

La Isla de la Juventud cuenta con un total de 14 (embalses o presas) que almacenan casi  170 000 000 m3 de agua y 23 micropresas.

 

Los objetivos principales de estos embalses son para el servicio de la agricultura; cría y desarrollo de especies en centros acuícolas, como la tilapia, trucha, pez gato, carpas, tencas, etc…

 

Los embalses de Viet Nam y El Abra se desarrollan actividades de recreación, acuáticas, pesca y gastronómicas en un ambiente campestre, sano y familiar.

 

Los embalases de la Isla de la Juventud son:

 

1. Del Medio

2. Las Nuevas

3. Cristal

4. Viet Nam Heroico

5. El Abra

6. Los Indios

7. El Enlace

8. La Fe

9. Casa Dos

10. La Guanábana

11. Mal País Uno

12. Mal País Dos

13. Sierra Maestra

14. Antonio Briones Montoto

Embalse o Presa Viet Nam Heroico

Embalse o Presa El Abra

MANANTIALES

 

Desde el siglo XVIII hay noticias de la existencia de manantiales de agua minero medicinal, los que en un principio eran explotados de manera muy primitiva. A mediado del siglo XIX, constituyeron un factor que reorientó la economía pinera hacía el turismo y constituyó un potencial económico de gran envergadura.

 

Muchas personas, identificaban a esta Isla de los Mil Nombres, con uno más, el de la Isla de las Aguas Termales. Cuando decimos, que la Isla es un paraíso por descubrir, algunos escépticos no lo valorarían. El descubrir…?, descubrir…? ya lo hicieron antes. Solo falta ponerse “las pilas” y ejecutar para ver realizado lo que hasta ahora ha sido imposible hacerlo realidad.

 

Isla de Pino o Isla de la Juventud cuenta con recursos naturales de excelente calidad para llevar a cabo el desarrollo económico y turístico, no solo por sus playas casi vírgenes, sus atractivos paisajes terrestres y marinos, su flora, fauna y sus deslumbrantes barreras coralinas; si no también, por sus aguas minero medicinal.

 

En el territorio existen numerosos manantiales minero-medicinales. Se destacan los situados en los alrededores de Santa Fe y los del Rosario en Santa Bárbara de Las Nuevas (La Demajagüa) con fines terapéuticos. Siendo el manantial Santa Rita el más importante, localizado a orillas del río Santa Fe. A continuación reflejamos los siguientes manantiales:

 

 

  • Manantial El Rosario

 

Con la llegada de los norteamericanos en 1902 a Santa Bárbara de las Nuevas (La Demajagüa), edificaron un poblado al estilo de su país, contó con varias instalaciones, entre ellas un hotel de 40 habitaciones y un natatorium en los baños termales de El Rosario, cerca del poblado.

 

Según la revista Descriptive Number Isle of Pine Post, este manantial se llamaba San Rosario Springs y sus aguas curaban los efectos de parálisis infantil y la artritis.

 

En 1969 fue construido el embalse El Cristal y en el río de este nombre se localiza este manantial cubierto por las aguas del embalse Del Medio-Las Nuevas.

 

 

  • Manantial Agua Santa

 

Este manantial se encuentra situado próximo a la carretera del reparto Panel I a la Casa de los Oficiales. Se utilizaba como bebida refrescante y medicinal y se utilizó en el embotellamiento y comercialización del agua “La Cotorra”. No está en explotación.

 

 

  • Manantial ESBEC No. 24

 

Existe un manantial medicinal en las cercanías de la antigua ESBEC No. 24, a la cual se debe su nombre. Este manantial es considerado como el mejor de América Latina, y el cuarto mundialmente, por su bajo porcentaje de minerales, además de ser una de las aguas más finas del mundo. El mismo expulsa a la superficie más de setecientos litros de agua por minuto.
Según una entrevista hecha al periodista Wiltse Peña, actual encargado de la recuperación y mantenimiento de estos manantiales expresó: “…Si solamente se exportara el 10% del agua que este manantial expulsa, se recuperarían alrededor de 130 millones de dólares anualmente…”

 

Se estudia su recuperación.

 

 

  • Manantial El Ferroso

 

Junto al puente y frente al restaurante El Ranchón, se localiza este manantial. Esta agua se utilizaba para las personas anémicas con baja de hemoglobina, debido a su alto contenido de hierro.

 

Actualmente, solo queda el lugar; pues las construcciones hechas para su aprovechamiento se abandonaron hace bastante tiempo y quedan bajo tierra.

 

Es de importancia señalar, que en 1902, el primer alcalde de la Isla de Pinos, Juan Manuel Sánchez Amat, logró no cobrar el uso de estos tres últimos manantiales mencionados con anterioridad; a pesar de los inconvenientes de los colonos norteamericanos que se oponían por intereses económicos al disfrute gratis de la población pinera ya que estaba en sus planes, la explotación futura de estos manantiales.

 

Eran numerosos los enfermos que acudían a curarse a la Isla y visitaban estos manantiales, el jefe militar de aquel entonces D. Juan Dovos López, aprovechó estas circunstancias para aprobar una real orden, por la que obligaba a los enfermos que iban a curarse a pagar tres reales diarios. Impuesto que se mantuvo durante más de veinte años.

 

Debido a este acuerdo, Claudio Conde Cid se ve obligado a trasladar el embotellamiento del agua “La Cotorra” para el manantial Agua Santa.

 

 

  • Manantial La Magnesia

 

Frente al manantial Santa Lucia se encuentra este manantial, debajo del puente a nivel con el lecho del río Santa Fe. Sus aguas la hacen excelente para su consumo; contribuyendo a mejorar los problemas digestivos, estomacales y facilitar el drenaje del riñón. Se clasifican como “atermal oligomineral” y su temperatura media es de 22 ºC.

 

Se sabe que, desde 1905 sus aguas era embotellada como el nombre La Cotorra, y era enviada y comercializada a toda la isla de Cuba por Claudio Conde Cid.

 

 

  • Manantial El Respiro

 

Este manantial es de aguas termales, su temperatura es de 40 grados y se encuentra en la carretera vieja de Gerona, próximo a Santa Fe. Sus aguas brotan a la superficie desde dos metros de profundidad con desprendimiento de gases. Se clasifica como “agua hipotermal bicarbonatada sulfatada y radioactiva”.

 

En algunos textos aparece como el manantial del Dr. Díaz o como Manantial Weyler; debido a la persona que lo descubrió y estudió; y también porque Valeriano Weyler se bañó en este manantial.

 

Está considerado como uno de los más importantes. Su empleo es para las diversas molestias relacionadas con el sistema óseo y muscular. No está en explotación.

 

 

  • Manantial  Ojitos de Santa Lucía

 

En este manantial brota el agua constantemente, se puede localizar en la calle 9, debajo del puente en Santa Fe. Sus aguas  poseen propiedades de cura, principalmente las de la vista, como la conjuntivitis.

 

Es un agua refrescante con temperatura de 19º, si se calienta se vuelve ligeramente turbia, es recomendable su consumo y digestiva. El beneficio de sus aguas para la salud, evita que se propague los brotes de conjuntivitis. Se clasifica como “agua termal cloruro sulfatada sódica”. En fuertes dosis, hace de purgante.

 

 

  • Manantial Santa Rita

 

El primero en contar la leyenda de este manantial Santa Rita, que por esa época le llamó el Manantial de la Paz, fue del médico de corsarios Alexandre Oliver Esquemeling en 1772. Describía el momento en que el cacique Takamena mató a su hijo Auki Himairo a orillas del río de  Santa Fe, de cuyo cadáver brotaron aguas con propiedades curativas. También hizo alusión a los beneficios de esta fuente de agua.

 

Ya en 1797, el Capitán de Fragata Dr. Juan de Tirry y Lacy reflejaba en sus escritos al Gobernador de Cuba, las propiedades curativas de los manantiales del poblado de Santa Fe, de aquellos soldados que llegaban enfermos a tratarse con el favor del clima y de sus aguas medicinales y sus efectos eran positivos. El director de Sanidad Militar español, Dr. Ramón de Piña y Piñuela en 1848, hizo un informe a sus superiores sobre la salubridad de los manantiales.

 

En 1853 se construyó un local para el acondicionamiento y tratamiento de los enfermos que utilizaban estas aguas. El Dr. José de la Luz Hernández elogió a Manuel Calvo por haber formado el caserío de Santa Fe y haber acondicionado el baño del Templado, otro de los nombres con el que se conoció este manantial, con su división para señoras y caballeros, resaltando la comodidad y la decencia que esto significaba.

 

“Desde 1857 hasta 1862 entraron a la Isla de Pinos 3409 soldados enfermos, de los cuales se curaron 3217, gracias a los efectos curativos de las aguas medicinales…”, según el Dr. José de La Luz Hernández Sardiñas.

 

En 1860, se funda la Sociedad Fomento Pinero con el objetivo de desarrollar varios renglones económicos y principalmente establecer los baños medicinales. Los principales accionistas de estos baños fueron patriotas y personalidades renombradas de la época, como: Rafael María Mendive, Cirilo Villaverde, Antonio Bachiller y Morales, José Morales Lemus y el Dr. José de La Luz y Hernández.

 

Un escrito de 1865 del Dr. José de La Luz promueve las investigaciones científicas para explicar el efecto medicinal de estas aguas y verifica: “… Se ha visto desaparecer como por encanto la tisis tuberculosa, la laringitis, la bronquitis, la cefalalgia y la esplenitis, la artritis y el reuma, la gastralgia y la gastroenterología, las amenorreas y las dismenorreas, las afecciones uterinas así como los lamparones, las obstrucciones glandulares y los dolores osteócopos, la neurosis y parálisis, la hipocondría y la lepomamaria, la ceguera, la clorosis y la anemia, y casi todas las afecciones dermoideas, desde los herpes hasta la elefantiasis, el asma, la oftalmía, la otitis, la eclampsia y la epilepsia.”

 

Como se aprecia, eran muchas las enfermedades citadas que logran la más satisfactoria curación. El norteamericano Samuel Hazard enfatizaba y propagaba las propiedades,  cualidades y metodología en el tratamiento a seguir de las aguas de este manantial.

 

En 1870, los españoles rebautizaron este manantial de La Paz por el de Santa Rita. En 1875, el Dr. Manuel Negro Fernández comenta el poder curativo de estos manantiales mineromedicinales en tratamientos de enfermedades pulmonares, óseas, venéreas, hepáticas, digestivas y epidérmicas, entre otras.

 

En 1908, la leyenda del pirata cirujano es nuevamente retomada y divulgada por la escritora norteamericana Irene Wright.

 

En 1941 se funda el Instituto Nacional de Hidrología y Climatología Médica de Cuba, donde se continúan realizando las investigaciones químicas de estas aguas.

 

Al inicio de la década de los años 50 del siglo XX, especialistas del Centro Nacional del Fondo Geológico, realizaron análisis de las aguas y describieron la existencia de 5 manantiales: Santa Lucia, Magnesiano, Santa Rita, El Respiro y Ferroso. Solo los manantiales Santa Rita y El Respiro poseían propiedades para tratar las artralgias, artrosis, artritis y otras patologías. El Respiro era un arroyo del río Mal País y no estaba en explotación.

 

En 1954 se restauró nuevamente el local, ofrecía 12 servicios que eran muy demandados, por las dos piscinas terapéuticas y el solárium. Un año más tarde, en 1955, fue inaugurado por el entonces presidente de la República. Se registra que en los años 1954 y 1955 visitaban Santa Fe 300 turistas diarios como promedio. Se establecieron vuelos regulares desde los EEUU (Miami, Palm Beach y Key West) hasta Nueva Gerona, incrementándose a diario el flujo de turistas norteamericanos.

 

A finales de 1957 se creó el Instituto de Fisioterapia del balneario de Santa Fe. Su objetivo era captar la mayor cantidad de turistas, principalmente norteamericanos con padecimientos reumáticos. Era propiedad del Dr. Edward Klawans, Francisco Cajigas y del Dr. Víctor Santamarina, siendo su Director Facultativo, reconocido como un ilustre promotor del termalismo en Cuba.

 

La instalación estaba dotada de un magnífico alojamiento; piscina con agua mineral; casetas de baños para tratamientos individuales con duchas calientes y frías; los más modernos aparatos y equipos terapéuticos de la época importada de Francia, instalados en las secciones de: electroterapia, kinesiterapia, masoterapia, hidroterapia, y un solárium o helioterapia científica. Fue considerado como el único en el hemisferio occidental y 3º en el mundo. Todos estos hechos dan lugar a que en 1958, Isla de Pinos era el 3º Polo Turístico del país.

 

Los servicios incluían: baños de vapor, masaje por medio de vacío, ducha circular, pulverización para rinofaringe, lavados bucales, inhalaciones, duchas calóricas, duchas vaginales, ducha lumbar, masaje hídrico para la columna vertebral, whirpool a baño de remolino, restauración de articulaciones con el bicycle y el ristorador.

 

Un baño de 30 minutos en el Balneario de Santa Fe, en 1958, tenía un costo de cinco dólares; por lo que la mayoría de los cubanos no podían darse el lujo de pagar las 13 ó 14 sesiones de tratamiento indicadas.

 

Al triunfo de la Revolución, en 1959, el manantial Santa Rita prestó servicios como casa de descanso, pero poco tiempo después, con los sucesos de la década de 1960 dejaron de venir los pacientes norteamericanos que eran la gran mayoría de los que aquí se atendían; el personal médico y especializado abandona el país, a excepción de su director.

 

Por tales consecuencias, el balneario queda fuera de servicio y su mobiliario especial es trasladado a otras instalaciones del país; comienza a partir de ahí, un proceso de deterioro. Finalmente en octubre de 1967, las aguas de la recién construida presa Santa Fe inunda la zona y las aguas curativas quedan por 30 años sumergidas.

 

En 1998 comienzan las labores de rescate y remodelación del balneario, bajo el impulso de Jesús Montané Oropesa y el Grupo de Termalismo.

 

Se pone en funcionamiento con fines terapéuticos por indicación médica. Realizaron un estudio de 100 pacientes afectados por espóndilo-artrosis, diagnosticado por estudios clínicos y radiológicos. Se les indicó la terapéutica combinada en forma oral y de baños, fueron examinados antes y después de finalizar el tratamiento y al mes siguiente, se obtuvo un 81 % de resultados satisfactorios. Estas aguas medicinales pueden emplearse como método  de elección o como tratamiento alternativo cuando fracasan otras técnicas.

 

En el año 1999 se atendieron 1006 pacientes y un total de 43 afecciones o dolencias, y en el año 2003 se trataron a 7265 pacientes que acudieron a las consultas de ortopedia en los policlínicos docentes I,  II y III de Santa Fe.

 

Estas aguas son: sulfúricas, cálcicas, bicarbonatadas cálcicas, magnesianas, baja mineralización y radioactivas. Posee un PH de 6.4, con una temperatura de 32 grados, son radioactivas. Son apropiadas para afecciones dermatológicas: micosis, dermatitis; afecciones del sistema ostiomioarticular: artrosis, artritis no supurativa y artralgias; rehabilitación de accidente vascular encefálico y de traumatismos; antiinflamatorios: inflamación pélvica;  bronquitis; gastritis; dispepsia gastro-intestinal; afecciones ginecológicas; así como efectos sedante y relajante muscular.

 

 

Recuperación de los Manantiales

 

La recuperación de estos manantiales, todos rentables y de beneficios no solo económico, sino de salud se ha retrasado casi 60 años. Es inconcebible, no llevar a cabo acciones de explotar este rico recurso. Estos  yacimientos requieren medidas de protección para evitar que sigan deteriorándose.

 

Es hora de despertar y obtener del ingenio cubano, lo más positivo para poner en explotación estos recursos, que nos da la madre naturaleza. Supondría de una asistencia infraestructural, que supondría la creación de servicios como: comunicación, transportación e instalaciones, que respondan a la exigencia y garantice adecuadamente el aprovechamiento de estas aguas  “milagrosas”. Crearía cientos y cientos de puestos de trabajo, mejorando el nivel de vida de los ciudadanos y del desarrollo de la Isla y del país en general.

 

Acaso es una utopía?; NO, solo hay que trabajar y trabajar con mentalidad positiva y la puesta de mira en el futuro. No hay que dejar ir a “la gallina de los huevos de oro”.

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