La costa sur es conocida por algunos por la de los Piratas. Su aislamiento resultó de gran seguridad para ellos, que en los siglos XVII y XVIII merodeaban por estos mares; de sus pasos por esta costa quedan bastantes huellas que han perdurado por siglos, sobre todo en la toponimia.
Los visitantes a esta zona necesitan de un permiso del Ministerio del Interior en Nueva Gerona para acceder a ella.
El sur de la Isla está casi deshabitado a excepción del poblado de Cocodrilos y algunas pocas casitas en el interior de la Ciénaga, es un lugar casi silvestre, cubierto de bosques y marismas, rodeado de calas y playas.
A partir del puesto fronterizo de Cayo Piedra, la carretera empeora rápidamente por ser de perdigón; continúa entre una espesa vegetación y después se acerca a la costa por playa Larga. Puede resultar una experiencia muy atractiva recorrer la carretera zigzagueante costera entre una vegetación tupida y autóctona, que se extiende desde Punta Brava a Punta Francés.
No debemos obviar las caletas como lugares muy apetecibles para tomar un baño en sus transparentes aguas cristalinas con fondo de arenas y piedras. Todas ellas se extienden desde la Punta Rincón del Guanal hasta Punta de Pedernales entre seborucos, dientes de perro y monte firme sin ciénaga.
Los visitantes quedan atraídos por la belleza de sus playas y de sus fondos marinos.
Las caletas más importantes, son:
– Caleta del Inglés
– Caleta de Lugo.- En tiempos de la esclavitud era un mercado de esclavos, donde los negreros vendían libremente su cargamento humano procedente del continente africano.
– Caleta Grande